Los perros son una de las mascotas más usadas por las personas, gracias a que son los más leales y fieles compañeros que se pueda tener. Durante la cantidad de años que estos animales vayan a estar con sus dueños, les darán innumerables alegrías y lo llenarán de satisfacción, pero obviamente, en ocasiones, también se pueden tener algunos percances inevitables o no, en que el animal cause algún tipo de daño a otras personas, o a sus bienes muebles, y que por tanto, se tenga que hacer cargo de responder o indemnizar a los afectados.
Para eso existen los seguros de responsabilidad civil animal, que garantizan la protección del animal, frente a estos imprevistos, haciéndose cargo de todos los costes acarreados por el daño causado por el animal.
Aunque se pueda pensar, que un perro de pequeño tamaño no causa daño, se está equivocado, pues no siempre son las mordeduras los siniestros, a continuación mostraremos algunos ejemplos de los imprevistos que se pueden dar:
Un buen día, tu perro se escapa de tu hogar y se cuela en el jardín del vecino, donde además de dejarle de regalo sus necesidades, se entretiene mordisqueando y destrozando las flores que tu vecina durante tantos años ha mimado.
En otra ocasión, tu querida mascota, se vuelve a escapar y como le encanta saludar a la gente que pasea por la calle, al saltar junto a una chica agarra la falda de la misma, que justamente iba camino de una boda y le rasga el vestido.
Un buen día, durante un plácido paseo, el animal se pone nervioso asustándose por algún imprevisto y echa a correr desde la acera atravesando la calzada rápidamente y en ese momento, que pasaba un coche, lo intenta esquivar provocando un accidente.
Como se puede ver, no tiene porque ser una mordedura, sino que cualquier motivo, puede generar que el animal tenga que responder por sus hechos.
